24.6.11

Tiempo

El tiempo quiere engañarme...
hay minutos que se disfrazan de horas y horas que quieren ser segundos.




13.6.11

Sentidos

Buscar la belleza en la rutina no es fácil, las fantasías que se dibujan en la mente me dejan un amargor al volver a la realidad.

Viajar a través de los sentidos puede ayudar. Sentir la luz y la oscuridad. El frío y el calor. El silencio y el bullicio. Experimentar y percibir cada sensación en su estado puro. Concentrarse en los detalles de cualquier paisaje. Dejarse sorprender por aquello a lo que estas acostumbrada. Paladear cada bocado de día y gozar el sueño de cada noche.

10.6.11

La caja

Tengo una caja de recuerdos. Hoy por casualidad la encontré, estaba en el viejo baúl. Y si, me suena al baúl de los recuerdos de la canción pero ha sido casualidad. El caso es que hoy lo he abierto y la he visto allí. Me entró la nostalgia que le voy hacer. Es una caja de zapatos tuneada. Mi hermano me la regaló hace unos 10 años en un cumpleaños. Aunque algo polvorienta se conserva en buen estado, está pintada de negro, los bordes son dorados y en la tapa lleva unas rosas de color rojo. La abrí y lo primero que cogí es un viejo listín telefónico. Están los números de mis compañeros y amigos de clase del colegio e instituto. Los móviles eran por aquellos años eran unos ladrillos y no todos los adolescentes tenían uno. Así que yo tenía los teléfonos fijos y algunos móviles apuntados en mi pequeño listín.
También me he encontrado con unas entradas de conciertos, incluso con algún autógrafo. Creía que lo había olvidado pero al verlas recuerdo momentos que me hacen sonreír. Me acuerdo de estar en la cola del concierto de Alejandro Sanz en el 2001, acercarse un periodista de un periódico local y preguntarme si me importaba que me hiciera unas preguntas. A mi que me pilló de sorpresa le dije que se las hiciera a mi amiga y ella encantada las contestó. Fue la típica entrevista para decir – soy superfan, tengo todos sus discos – , y yo la verdad es que sólo tenía un cinta casete pirateada y comprada en la tienda de discos del barrio (Las vendían a 2 o 3 euros)
En la caja de recuerdos también hay un montón de tickets de sitios o lugares en donde he estado. Es algo que me gusta coleccionar y todavía lo hago. Hay tickets de discotecas, vales, tarjetas de cabina pero la mayoría son del viaje de estudios a Italia del 2002. En aquel año fue la guerra de Irak y nos unimos a multitudinarias manifestaciones que hubo contra ella, prueba de ello es la tarjeta-pin de no a la guerra que conservo en la caja.
También hay un par de fotos, negativos y cartas. Las cartas están en una carpeta tamaño cuartilla bajo el nombre top secret, no abrir. Porque antes se tenían amigos con los que te carteabas. No había Internet en todas las casas, no estaban de moda las redes sociales y el teléfono móvil salía caro si tenías uno. Le contabas a tu amigo tus historias a través del papel y boli, con tu propia letra…luego ya se impondría la times new roman (aunque muchos la odien). Releer algunas de esas cartas te transporta a otro mundo donde las cosas eran más fáciles, eras más ignorante… bendita ignorancia. Otras te hacen reír de lo absurdas que pueden ser y de las tonterías que escribías a ciertas edades, sin embargo también puedes encontrar verdaderos sentimientos de amistad y primeros amores. Otras ya cartas no están, se quemaron para olvidar, aunque no haya servido de nada.
Por ultimo, debajo de la carpeta de cartas hay algo relacionado que me ha hecho gracia. Son las cartas perfumadas que coleccionaba e intercambiaba cuando tenia unos 10 años. Recuerdo perfectamente que quería conservar especialmente una de esas cartas porque era mi preferida. Y me acuerdo de decirle a mi madre que la iba a guardar hasta que fuera mayor. Ya no huelen y no son tan fascinantes como cuando tienes esa edad, pero si sigo pensando que las debo conservar hasta que me haga más mayor.